El Vacío

 por Ima Ríos


Llegó del trabajo como todos los días: muerta de cansancio; con un vacío que sólo una copa de Brandy de Jerez podría llenar. Quería relajarse, olvidar la mierda cotidiana... sonreír. Se dirigió a la mesa del whisky y agarró una copa. Buscó el brandy. La botella estaba vacía.